Saturday, June 20, 2015

Stake y varianza, peligro para la banca



Con diez stakazos por banda,
viento en popa a toda vela,
tuvo suerte al principio
un tipster regulín;

Crack y figura le llaman,
y por su racha, el henchido,
en todo Twitter conocido
del uno al otro perfil.

El verde en su Excel riela,
“gano mucho, yo no miento”
y en su hoja de movimiento
stakazos pa’ dentro  ‘a full’; 

“Hay valor en que hoy empata”,
canta alegre a su tropa,
“seguidme aquí y en toda Europa”,
sólo es suerte, pobre gandul;

«Apuesta seguidor mío, 
 sin temor,
que en la victoria confío,
y ni la suerte, ni la VARIANZA,
mi yield a torcer alcanza,
y la cuota tiene valor.

 

No creo que imaginase Espronceda que su verso acabaría prostituido de semejante manera. Al menos, que sirva para explicar un fenómeno de esos que no son tan obvios, ya que normalmente tendemos a culpar a la mala suerte de nuestros fracasos, y rara vez somos conscientes del efecto contrario: navegar a toda vela con el viento entrando por la espalda.

El ejemplo del velero, movido o frenado por el viento, nos viene al pelo. Quizás sería mejor decir que el movimiento del velero se ve “influenciado” por el viento, ya que un capitán audaz ha de ser capaz de reaccionar ante aquello que se encuentre en el camino. Si el viento pega de frente e impide un paso fluido, el capitán debe saber reaccionar para evitar que la embarcación retroceda, o al menos para que lo haga lo menos posible. En el mundo apuestil, el viento es la VARIANZA, que sacude los veleros tipsterianos con rachas en contra (picks rojos) y a favor (picks verdes).

La varianza, últimamente en boca de muchos, trata de medir la dispersión respecto a la media. Por ejemplo, si lanzamos una moneda al aire está claro que habrá un 50% de probabilidades de que caiga de cada lado. No obstante, en una muestra aleatoria de 100 lanzamientos podemos obtener 40 caras y 60 cruces. Esa diferencia respecto al teórico 50-50 es la famosa varianza. Si la muestra es pequeña (100), la varianza puede jugar un papel determinante. En cambio, si aumentamos la muestra a valores más significativos (1000 lanzamientos) el peso de la varianza irá disminuyendo. Si la muestra es enorme (un millón de lanzamientos), la varianza apenas debería notarse.

En el mundo de las apuestas ocurre exactamente lo mismo. Abundan perfiles de apostadores con un yield enorme tras 50 o 60 picks. También podemos encontrarnos una buena cifra de apostadores con estadísticas positivas tras 150-200 picks. En cambio, existen muy pocas gráficas que muestren ganancias sostenidas en el tiempo tras una cifra alta de pronósticos (por encima de 1000). ¿Por qué? Quizás es momento de preguntárselo a la varianza. O de imaginarse a todos esos tipsters tirando monedas al aire. Algunos obtendrán un 50% de caras. Otros, con la varianza en contra, se quedarán en un 40%, y aquí la mayoría de ellos cesará en su intento de convertirse en ganadores. Sus estadísticas pasarán al olvido, sin haber disfrutado de un solo minuto de gloria. Por último tenemos a aquellos que habrán disfrutado del efecto contrario: un 60% de lanzamientos positivos. La varianza en este caso habrá soplado a favor, reproduciendo la cifra de vítores y aplausos que acudirán al festejo de tan brillante trayectoria. Las redes sociales se llenarán de comentarios y alabanzas sobre el tipster de moda, aquel surgido de entre la nada y concebido con el don de la oportunidad. Pero ya sabéis lo que dicen: cuanto más alta es la subida, más alta será la caída. O dicho de otra manera, cuánto más sopla la varianza a favor… De esta manera, no resulta extraño ver cómo muchos de los tipsters que alcanzan unas cifras decentes con unas pocas decenas o unos pocos centenares  de pronósticos acaban convirtiendo más tarde su gráfica de ganancias en un tobogán hacia la bancarrota. La conclusión es clara: mucho ojo con la varianza,  mucha cautela sobre a quién metéis en vuestra cartera de tipsters, y mucho cuidado con el peso de las nuevas promesas en vuestro bank.

Aprovecho la ocasión para comentar una jugada de la que no me había percatado hasta hace poco. Algunos pronosticadores hacen un uso extraño del stake para compensar la varianza. Se pueden dar dos situaciones distintas:


  • Tipsters que suben el stake tras una mala racha inicial para intentar mejorar sus estadísticas. Por ejemplo, subiendo el stake medio de 1 a 5, de manera que acertando unos cuantos pronósticos se cubren las pérdidas o las malas estadísticas logradas con anterioridad. El resultado es un tipster con beneficios, pero con un alto número de pronósticos fallados, lo que nos lleva a la conclusión de que a largo plazo es un tipster perdedor.
  • Tipsters que bajan el stake tras una buena racha inicial para mantener las estadísticas. Es el caso de aquellos afortunados que han jugado con el viento a favor durante la primera parte, y que luego reducen las unidades arriesgadas con el fin de mantener un yield alto con el que venderse. Para detectarlo, basta con acudir a las estadísticas del tipster y ver si su stake medio se ha visto alterado de manera brusca en un momento determinado, comprobando los números del tipster a partir de ese cambio.


Existen métodos y herramientas que permiten saber si estamos ante un tipster que se aprovecha de la varianza. Desde una simple comprobación manual de su historial, hasta gráficas que muestran qué hubiera pasado si el tipster hubiera utilizado un stake plano, dejando en evidencia a aquellos pronosticadores que usan variaciones de stake para compensar otras carencias.

Tuesday, June 16, 2015

Sugerencias para tipsters



El mundo de las apuestas no cuenta con mucha tradición en España. Se trata de un sector en plena expansión, y eso se refleja en la cantidad de webs y pronosticadores de pago que han surgido en los últimos tiempos. Algunos ya cuentan con un bagaje de años a sus espaldas, pero es ahora cuando el negocio está en auge. Lo vemos a través de las nuevas casas de apuestas que se deciden a operar en España, en la proliferación de salas presenciales o en la nueva publicidad que copa parte de los medios de comunicación.

En los últimos meses han salido a la luz numerosas páginas webs que, junto con otras más clásicas que llevan operando un tiempo mayor, ofrecen servicios basados en el envío de pronósticos, ya sea de manera gratuita o mediante pago. Como en cualquier otro negocio, la competencia hace que se agudicen los sentidos. En la web es posible encontrar servicios de calidad, con tipsters profesionales que ofrecen, además de buenas estadísticas, servicios de valor añadido. Buen ejemplo de ello es el asesoramiento que algunos ofrecen para que los suscriptores aprendan a gestionar su bank, los canales de comunicación existentes para la consulta de dudas, la edición de picks para ajustarse a la realidad del mercado (seguibilidad), la devolución por pérdidas, el pago según ganancias, etc.
No obstante, me resulta especialmente llamativa la ausencia de algunas características que yo, como seguidor, considero esenciales a la hora de valorar un servicio de pronósticos deportivos. Por eso me he decidido a recopilar, de manera breve, todos aquellos detalles que echo en falta en este mundo cada vez más profesional, y que creo que aportarían un plus a cualquier tipster:


  • Horarios de publicación: algo que parece tan evidente y sencillo de llevar a cabo es prácticamente inexistente entre los servicios de pronósticos que yo conozco. Excluyendo servicios basados en líneas malfijadas y cuotas tempranas, echo en falta cierta organización temporal en el envío de picks. Como seguidor, valoraría mucho saber a qué hora se publicarán normalmente los picks, de manera que pudiera reservar unos minutos al día para realizar las apuestas, y luego desentenderme del tema. Esta misma cuestión se la he planteado alguna vez a alguno de los tipsters a los que sigo. Una respuesta muy común es que las casas de apuestas no tienen horarios fijos para sacar los mercados, y en algunas ocasiones los sacan horas antes de que comience el evento. En ese caso mi proposición es un horario fragmentado, con varias horas de publicación posibles al cabo del día. Un ejemplo sencillo: 09:00h, 15:00h y 22:00h como hora de publicación de picks durante la semana. De esta manera, cualquier seguidor sabría que si no ha recibido picks a las 09:15, puede desentenderse de los avisos hasta las 15:00h. Además, de esta manera el tipster podría tener listos los picks para publicarlos todos juntos a la hora fijada, evitando el típico goteo de picks durante un tiempo prolongado (a veces más de una hora) que obliga a echar mano del móvil o PC cada pocos minutos.


  • Análisis de la cuota, y respuesta frente a los cambios de línea: es obvio que cuando un tipster lanza un pronóstico es porque encuentra valor en la cuota, lo que significa que la probabilidad de que el suceso ocurra (según el propio tipster) es mayor que la probabilidad fijada por la casa de apuestas. En cambio, raras veces nos encontramos con tipsters que comentan la que para ellos es la probabilidad de éxito del suceso, sino que simplemente exponen un argumento y cuantifican el stake. En mi opinión, un servicio perfecto debería indicar la probabilidad de éxito estimada por el tipster, la diferencia respecto a la cuota marcada por la casa de apuestas, y una tabla de stakes por tramos, indicando qué stake utilizar ante posibles cambios de línea. Algunos tipsters ya lo hacen, y resulta de gran ayuda para el seguidor en caso de que la línea se mueva, ya que sabrá perfectamente lo que tiene que hacer. Un ejemplo:

Pick: Gana Roger Federer @3.33
Stake 2 a partir de 3.33
Stake 1.5 a partir de 2.86
Stake 1 a partir de 2.5
Stake 0.5 a partir de 2.22
Cuota real estimada: 2 (50% probabilidades victoria)
En el caso de aquellos pronosticadores que editan la cuota para que el pick sea completamente seguible, las indicaciones serían igualmente válidas, ya que el seguidor no tendría que esperar a que el tipster editase la cuota (y posiblemente el stake). Además, un análisis de estas características deja patente que el pronosticador no ha publicado el pick por mera intuición, sino que realmente ve valor en la cuota, cuantificando exactamente el valor de cada posible línea.


  • Stake medio actual: el pronosticador, como cualquier otro profesional, sufre una evolución a lo largo del tiempo. Esta evolución puede llegar a verse reflejada en su manera de apostar. Es posible que con el paso del tiempo, el tipster decida centrarse en un mercado en particular, en un rango de cuotas determinado, o en el uso de un stake mayor o menor al inicial. Por ello considero imprescindible que el suscriptor sepa cómo ha sido la evolución del tipster a lo largo del tiempo, disponiendo de estadísticas y parámetros que reflejen todos los cambios en la manera de apostar del tipster. Sin ir más lejos, el stake medio calculado en base a un espacio de tiempo carece de importancia si el pronosticador ha variado sustancialmente el uso del stake durante ese espacio de tiempo. Un ejemplo: un tipster ha utilizado durante 10 años con un stake medio 5, pero a partir del noveno año su stake medio es 1. Las estadísticas del tipster indicarán un stake medio cercano al 5, y el suscriptor incurrirá en un tremendo error si pondera su stake en base a esa cifra, ya que el stake medio actual ronda la unidad. 


  • Suspensión temporal de la suscripción: la mayoría de los pronosticadores ofrecen descuentos y promociones con packs mensuales, trimestrales, anuales, etc.  Sin embargo, la disponibilidad del suscriptor para seguir los picks publicados puede verse afectada a lo largo del tiempo por diferentes motivos: enfermedad, vacaciones, épocas de mayor carga laboral, exámenes, etc. Es posible que el suscriptor evite contratar el servicio durante un periodo prolongado de tiempo si no sabe con certeza la disponibilidad que tendrá durante todo ese tiempo. ¿Qué pasa si por motivos laborales no puede seguir los picks del tipster durante un determinado espacio de tiempo? ¿Y si se va de vacaciones 15 días, o cae enfermo durante algunas semanas? Creo que una opción muy interesante para el suscriptor (y fácilmente implementable por parte del tipster) sería la de poder suspender temporalmente la suscripción durante un espacio de tiempo, recuperando los días al final del periodo inicialmente contratado. Evidentemente no se trata de suspender y activar el servicio constantemente, sino de disponer de una eventual solución a ciertos problemas.