Monday, November 23, 2015

Varios tipsters publicaron, y él solito se murió



El pasado fin de semana casi todos éramos del Almería. Claro candidato al ascenso, el equipo andaluz visitaba al Bilbao Athletic como farolillo de Segunda División. A pesar de que los bilbaínos también ocupaban puesto de descenso, los andaluces salieron a cuota 4, y muchos tipsters no dudaron del valor de esa cuota. Varios de mis pronosticadores de referencia publicaron picks favorables al Almería. Los más arriesgados optaron por la victoria simple o el over de goles visitante, mientras que los más conservadores optaron por la doble oportunidad o algún hándicap asiático. Como seguidor, me encontré ante una situación complicada: varios picks similares y con stakes altos. ¿Qué estrategia tomar? 


-La primera idea que se le viene a la cabeza a uno como seguidor, es la de seguir fielmente a los tipsters que forman parte de su cartera. Este tipo de seguidor da por hecho que los pronosticadores en los que ha depositado su confianza tienen un conocimiento mayor al propio, y asume por lo tanto que cualquier inferencia en los pronósticos que recibe desvirtúa el balance final: los números del seguidor no cuadrarían con los del tipster.

-Otra idea a considerar podría ser la de lanzar una única apuesta por cada evento. De esta manera, una vez que uno de nuestros pronosticadores ha lanzado un pick en un evento determinado procederíamos a ignorar cualquier otro pronóstico que llegue relacionado con ese evento, siempre y cuando también sea a favor del mismo participante. Si llega otro pick que contradice al primero, ahí tendríamos un caso de picks enfrentados, que no es el caso que estamos abordando.

-Como tercera estrategia, podríamos asumir un stake máximo por evento. Así, según van llegando pronósticos favorables a un participante de un evento, iríamos haciendo todas las apuestas hasta llegar a un tope o cantidad máxima delimitada por nuestra estrategia. Por ejemplo, nunca apostar una cantidad de dinero equivalente a un stake 4 a un mismo evento, sin importar el número de apuestas que hacen falta para llegar a esa cantidad.

De esta manera, podemos idear infinitas estrategias para gestionar este tipo de situaciones. Cada apostador debe considerar su propia situación para determinar cuál es la más conveniente, algo que por mi experiencia sólo se consigue con el paso del tiempo y aprendiendo de los errores.

Volviendo sobre la estrategia del seguidor “fiel”, y desde el punto de vista de la practicidad, este es el método más cómodo. No supone ningún tipo de desgaste para el suscriptor, ya que simplemente se trata de acatar “órdenes”.  Pero, ¿qué sucede cuando nos encontramos con varios picks similares que, además, conllevan un stake elevado? Pues sucede que, dependiendo de la estrategia de gestión del bank, podemos encontrarnos con buena parte de nuestro dinero pendiendo de un único hilo. O lo que es lo mismo, un porcentaje considerable de nuestro bank dependiendo del resultado de un único partido. Algo contraproducente a todas luces, más allá de los distintos estilos de gestión del bank. Vamos con un ejemplo. Como seguidor tengo 3 tipsters que publican los siguientes picks:


  • Tipster A: Victoria del Almería @4 stake 2
  • Tipster B: Hándicap Almería +0.5 HA @1.88 stake 4
  • Tipster C: Almería DNB @3 stake 3


Vamos a suponer también que estamos siguiendo una estrategia que consiste en asignar a nuestro stake 1 el 1% de nuestro bank. Se trata de una estrategia arriesgada para grandes Banks, pero más útil si disponemos de un bank pequeño y buscamos mayor rentabilidad (a costa de mayor riesgo, eso sí). En este caso, nos encontraríamos con un 9% de nuestro bank (stake 2+4+3) apostado del lado del Almería. Una victoria del Bilbao Athletic, y no olvidemos que jugaba en casa, hubiera supuesto unas pérdidas muy considerables. Ante esta aseveración, muchos afirman que en caso de victoria almeriense las ganancias hubieran sido igualmente considerables, diría incluso que bastante mayores, al tratarse de cuotas altas. Los defensores del “seguimiento a ciegas” defienden que a lo largo del tiempo nos vamos a encontrar con fallos y aciertos, por lo que a veces perderemos ese 9% de bank y en otras ocasiones lo ganaremos. De hecho, una idea común es que si varios tipsters publican el mismo pick es porque este realmente tiene valor, y a la larga este tipo de apuestas obtendrán un rédito mayor a la media. Algo así como “si todos están de acuerdo, esto tiene que ser una buena apuesta”. Llegados a este punto, parece claro que esta estrategia es la más adecuada. Sin embargo, ¿no nos olvidamos de algo?

Creo que era el compañero @PremierLeaguePI el que escribía hace ya un tiempo (he intentado buscar el artículo en su web, pero aparece en obras) que algo fundamental para el apostador es encontrar su zona de confort. La zona de confort es aquella que nos permite desarrollar nuestra actividad como apostadores de manera regular sin que por ello se vean afectadas nuestras emociones de manera contraproducente . La zona de confort es propia de cada uno, y dependerá básicamente no de lo que estemos dispuestos a ganar, sino de lo que estemos dispuestos a perder. Fermín hablaba de encontrar una gestión del stake acorde a nuestra capacidad monetaria, que no ponga en riesgo nuestra integridad económica, y que no suponga vivir cada pick con una tensión innecesaria. Para algunos, la zona de confort será apostar 10 o 15€ en cada apuesta. Para otros, esa zona de confort se puede encontrar con unidad de stake de 500€. Es algo que cada uno tiene que decidir, o más bien aceptar, ya que podemos llegar a una situaciones que creíamos aceptables, pero que en la realidad se tornan emocionalmente insostenibles. ¿Y qué tiene que ver la zona de confort en todo esto? Muy sencillo: seguir a rajatabla a nuestros tipsters puede sacarnos de nuestra zona de confort. En el ejemplo anterior hemos visto como un 9% del bank pendía de un lay al Bilbao Athletic. ¿Está dentro de nuestra zona de confort apostar un 9% de nuestro bank a la vez?

Dentro de los peligros existentes a la hora de apostar fuera de nuestra zona de confort destacan dos. En primer lugar, un efecto de nerviosismo y estrés emocional leve pero constante, provocado por ver cómo apostamos en cada pick cantidades que no estamos realmente capacitados para perder. En segundo lugar, un efecto más serio que llega cuando perdemos grandes cantidades de dinero por culpa de rachas negativas. Cuando la varianza aparece en su vertiente negativa, y estamos apostando cantidades con las que no nos sentimos realmente cómodos, el efecto puede ser devastador. ¿Os imagináis qué sucede si encadenamos cuatro o cinco de esas apuestas que suponen un 9% de nuestro bank? Sí, lo sé, varios de los mejores tipsters han publicado esas apuestas. En teoría son buenos picks. ¿Significa eso que no podamos fallar unas cuantas de esas apuestas seguidas? Si analizamos únicamente esos “stakazos”, ¿su varianza particular podría afectarnos tan negativamente? Está claro que sí. La pregunta es entonces: ¿estamos preparados para ver cómo se pierde un alto % de nuestro bank? 


Este es para mí el quid de la cuestión a la hora de decidir qué estrategia seguir cuando nos enfrentamos a situaciones como las que se presentan cuando seguimos a varios tipsters y vemos cómo buena parte de nuestros huevos acaban en la misma cesta.

Como conclusión, creo que no hay una estrategia clara o mejor, sino que todos debemos aprender a conocernos y determinar con qué metodología nos sentimos más cómodos. Es algo que nos puede llevar mucho tiempo, pero debemos aprender a ser sistemáticos dentro de unas fronteras que eviten un desgaste mental innecesario y que a la larga no podremos compensar con ninguna ganancia económica. Se trata de encontrar un balance entre sencillez (tampoco es cuestión de desarrollar y ejecutar complejos algorítmos matemáticos de ponderación de stake), rentabilidad económica y estabilidad emocional. Si logramos eso, el trabajo es más llevadero. Y no diré que lo importante es participar, porque aquí lo importante es ganar. Pero mejor ganar durante más tiempo, que no quemarnos en los primeros kilómetros.

Wednesday, September 16, 2015

Añiversario



La semana pasada recibí una notificación por parte de Twitter, recordándome mi primer aniversario en la red social del pajarito. El caso es que, ya hace unas semanas, me había percatado de que no estaría muy lejos mi primer cumpleaños como tuitero. Una cuenta mayormente dedicada a las apuestas deportivas, aunque de vez en cuando el TL se vea salpicado por asuntos extradeportivos con los que matar el aburrimiento entre pick y pick. No os voy a engañar. Mi único propósito era, y sigue siendo, ganar dinero. No creo que nadie utilice las apuestas deportivas como mero divertimento. Al menos nadie que esté medianamente cuerdo, o al que no le sobren los billetes. Si además podemos hacer del viaje una experiencia positiva, pues ya tenemos un valor añadido. Pero manda el verde. Como en la vida misma.

Total, que me propuse hacer un breve repaso de lo que había sido mi trayectoria. Y he de decir, en primer lugar, que todo es más complicado de lo que parece desde fuera. No ha sido hasta hace bien poco, que he visto mi bank comenzar a crecer de manera considerable. Al fin y al cabo, esto es una inversión, y como tal hay que valorar no sólo el rendimiento económico, sino también el tiempo invertido. Cada uno puede ponerle precio a su tiempo, que al fin y al cabo es lo único que tenemos en nuestra vida. Tiempo. Lo único que tenemos cuando nacemos son horas de vida por delante. Así que hay que preguntarse hasta qué punto merece la pena invertir tiempo en el pickeo. ¿Es rentable dedicar varias horas a la semana a las apuestas deportivas para ganar unos pocos euros a final de mes?

¿Por dónde comenzar? Vamos a probar por el principio. Creo que ya he contado alguna vez que, en realidad, esta no era mi primera experiencia con las apuestas. Años atrás, en la época de las .com, abrí varias cuentas en la casa verde. Siempre con el mismo modus operandi, y siempre con los mismos resultados. Abría una cuenta con unos pocos euros, me beneficiaba del bono de bienvenida, sobrevivía unos pocos días, y acababa perdiéndolo todo en menos de dos meses. Repetí el proceso dos o tres veces, siempre con un descanso entre medias, el tiempo que tardaba en “picarme el gusanillo” y en convencerme de que esta vez me iría mejor. Nunca fue bien. No me hice rico. De hecho, me hice más pobre. Así que un día decidí comenzar a buscar información antes de hacer el ingreso. Habían llegado las .es, y la casa verde me dejaba abrir una cuenta con mis datos personales, y recibiendo de nuevo el bono de bienvenida. Al parecer, es lo único bueno que ha traído la regulación del juego online. En aquel momento se juntaron mi curiosidad por el mundo de las apuestas y el descubrimiento de “la tuiter”, que diría Javi Clemente. Y claro, mi cuenta comenzó a tomar un claro tono apuestil. Todavía recuerdo las dos primeras cuentas que alumbraron mi camino: Pensador de apuestas y Otroapostador. Supongo que el hecho de buscar “apuestas” en el buscador de Twitter tiene algo que ver. Luego vinieron otros muchos. Y es así que mi TL comenzó a llenarse de picks. Y de capturas de pantallas, todas ganadoras. Todas ganando increíbles cantidades con combinadas inverosímiles o con chollos aparecidos de la nada. Y claro, yo también quería. Me puse a disparar a todo lo que veía. Busqué unas cuantas cuentas, y comencé a descubrir equipos de los que nunca había oído hablar en mi vida. Apostaba en divisiones bajas, ligas extranjeras e incluso en otros deportes como golf o dardos. Aparecía un tipster en racha y no dudaba en sumarme al carro de la victoria, sin pararme a pensar si el conductor iba borracho o los neumáticos estaban desgastados. Luego pasaba lo que pasaba: la continua sensación de que siempre pillaba la racha negativa. En ese momento hice dos cosas bien: mi stake era irrisorio (1€) y enseguida tomé la decisión de hacer las cosas de manera más seria. Y así es como nació “El seguidor”.

Cansado de tanto figura y de tanto crack, y aprovechando las promociones que algunas webs ofertaban por darme de alta en las casas de apuestas desde sus enlaces (los famosos “referidos”), reuní a una serie de tipsters, tanto gratuitos como de pago, en una especie de Liga de los Tipsters Extraordinarios. Estaba convencido de que seguir a los mejores era la mejor opción para triunfar en las apuestas y asegurarme un retiro dorado en alguna isla del pacífico (xD). Fueron más de mil picks en unos pocos meses, con un ligero balance positivo. Llegó un momento en el que me di cuenta de que mi bank no crecía acorde con el tiempo invertido. Como periodo de aprendizaje fue fantástico, pero el método era altamente mejorable. En ese All Star de tipsters figuraban, entre otros, pronosticadores en baja forma y algún que otro farsante de toma y loma. A eso hay que añadirle otros factores propios de la gestión de bank o de la cartera de tipsters. Por ejemplo, resulta complicado seguir a varios pronosticadores de un mismo deporte, ya que tarde o temprano uno se encuentra frente a picks enfrentados, picks dependientes, etc. El tema da para un post, así que no me meto mucho más. Otro problema era la ponderación de stake, que también da para un artículo entero. En este sentido, el principal error fue ponderar el stake sin tener en cuenta la rotación de bank propia de cada tipster. Dicho de otra manera, no tuve en cuenta las unidades que un tipster ponía en juego al cabo del mes. Demasiados detalles que no ajusté correctamente. Aún así, ligeros beneficios. Pero no era suficiente. Quería más. Por aquel entonces, mi unidad de stake ya era algo más alta, sobre los 10€. Conseguí rápidamente cubrir las pérdidas de mi etapa anterior. Recomiendo fervientemente a todo aquel que empiece a apostar que lo haga con cantidades muy bajas. Es ideal para ir tropezando en todas las piedras que hay al camino porque, no nos engañemos, tarde o temprano uno tropieza. Y las ostias duelen menos si pierdes 5€ que si pierdes 50€.

Como digo, el siguiente paso fue cerrar “El Seguidor” y darme un tiempo de reflexión. “Apostar menos, apostar mejor” es la conclusión a la que llegué. Tras hacer números, me di cuenta de que el tiempo que le dedicaba a este apasionante mundo no se veía reflejado en los beneficios. Tenía claro que no estaba aquí para pagarme cuatro cenas a final de año, sino más bien para pagarme las vacaciones y permitirme algún que otro capricho. También tenía claro que sólo apostaría aquello que pudiese permitirme perder. Y así es como reduje (de nuevo) mi cartera de pronosticadores y subí la unidad de stake, que permanece invariable desde hace unas cuantas semanas. Sólo se quedaron los mejores. Nada de tipsters en racha. Nada de stats sin verificar. Cero riesgo de farsantes. Sólo aquellos con un historial contrastado, y con el respeto ganado por parte de la comunidad. Por algo será, ¿no?
Y de repente, el bank comenzó a crecer.

Luego está la parte humana de Twitter. Quien me conozca, ya sabrá lo que pienso. Cada uno construye su propio Timeline y decide quiénes son sus influencias. Mi primer consejo en este sentido es que erradiquéis de vuestro TL todo aquello que sea nocivo e intoxique vuestro estado de ánimo. Simplemente, no merece la pena. En mi caso, sigo a pocas cuentas. No llegan a un centenar. Al principio, mi TL era un carrusel de picks, alineaciones, rumores e idioteces muy difíciles de controlar, con gente que hace mucho ruido pero que realmente aporta poco. Poco a poco he ido reduciendo el círculo hasta encontrarme con un grupo de “amigos”, si es que se pueden llamar así, que hacen del viaje una aventura  más amena. Y de vez en cuando ves a algunos reunirse con otros para compartir una paella o hacer levantamiento de barra en grupo.  Más allá de discusiones puntuales, y algún que otro calentón fruto de egos saltarines, en mi pantalla reina el buen ambiente, y de eso también estoy orgulloso.

Echando la mirada más allá de ese círculo personal, el paisaje es tremebundo. Intuyo que detrás de muchas cuentas no hay más que chavales jóvenes con ansias de protagonismo, jugándose los cuatro cuartos de la paga.  Potenciales ludópatas. Nadie se enterará, porque viajan camuflados bajo un nick y un avatar, alejados de sus familias. Es lo más triste de Twitter, sin duda alguna. Espero que nunca sea demasiado tarde. 

Otros que se llevan su parte son los que engañan y estafan, o al menos lo intentan. Los hay de todos los colores. Están los que ofrecen partidos amañados, los que piden RTs a cambio de premios, los que falsean sus estadísticas, los que aparecen y desaparecen, los que venden algo que no pueden ofrecer… Algunos son verdaderos profesionales del tema, mientras que otros no son capaces de escribir una frase sin cometer una retahíla de faltas ortográficas digna del Museo de los Orrores. Quiero pensar que la mayoría de esos pequeños pícaros se van a la cama cada día sin víctima alguna. Quiero pensar que no hay nadie, por ingenuo que sea, que dé dinero a cambio de resultados pactados o información supuestamente privilegiada. Pero claro, con una tasa de abandono escolar del veintimucho por ciento, ya nada me extraña.

El último párrafo se lo quiero dedicar a los que comparten. A los que trabajan sin ánimo de lucro, y comparten su trabajo con todos los demás. En muchos casos no es más que el proceso previo a un servicio de pago, cosa que por otra parte comprendo perfectamente. En otros casos no hay meta alguna de esa índole, y se trata de “simple” filantropía a bajo nivel. Da igual. Nadie nace aprendido ni advertido, y todos los que seguimos aprendiendo sabemos que cualquier ayuda es poca.

GRACIAS A TODOS

Salud… y verdes!


Saturday, June 20, 2015

Stake y varianza, peligro para la banca



Con diez stakazos por banda,
viento en popa a toda vela,
tuvo suerte al principio
un tipster regulín;

Crack y figura le llaman,
y por su racha, el henchido,
en todo Twitter conocido
del uno al otro perfil.

El verde en su Excel riela,
“gano mucho, yo no miento”
y en su hoja de movimiento
stakazos pa’ dentro  ‘a full’; 

“Hay valor en que hoy empata”,
canta alegre a su tropa,
“seguidme aquí y en toda Europa”,
sólo es suerte, pobre gandul;

«Apuesta seguidor mío, 
 sin temor,
que en la victoria confío,
y ni la suerte, ni la VARIANZA,
mi yield a torcer alcanza,
y la cuota tiene valor.

 

No creo que imaginase Espronceda que su verso acabaría prostituido de semejante manera. Al menos, que sirva para explicar un fenómeno de esos que no son tan obvios, ya que normalmente tendemos a culpar a la mala suerte de nuestros fracasos, y rara vez somos conscientes del efecto contrario: navegar a toda vela con el viento entrando por la espalda.

El ejemplo del velero, movido o frenado por el viento, nos viene al pelo. Quizás sería mejor decir que el movimiento del velero se ve “influenciado” por el viento, ya que un capitán audaz ha de ser capaz de reaccionar ante aquello que se encuentre en el camino. Si el viento pega de frente e impide un paso fluido, el capitán debe saber reaccionar para evitar que la embarcación retroceda, o al menos para que lo haga lo menos posible. En el mundo apuestil, el viento es la VARIANZA, que sacude los veleros tipsterianos con rachas en contra (picks rojos) y a favor (picks verdes).

La varianza, últimamente en boca de muchos, trata de medir la dispersión respecto a la media. Por ejemplo, si lanzamos una moneda al aire está claro que habrá un 50% de probabilidades de que caiga de cada lado. No obstante, en una muestra aleatoria de 100 lanzamientos podemos obtener 40 caras y 60 cruces. Esa diferencia respecto al teórico 50-50 es la famosa varianza. Si la muestra es pequeña (100), la varianza puede jugar un papel determinante. En cambio, si aumentamos la muestra a valores más significativos (1000 lanzamientos) el peso de la varianza irá disminuyendo. Si la muestra es enorme (un millón de lanzamientos), la varianza apenas debería notarse.

En el mundo de las apuestas ocurre exactamente lo mismo. Abundan perfiles de apostadores con un yield enorme tras 50 o 60 picks. También podemos encontrarnos una buena cifra de apostadores con estadísticas positivas tras 150-200 picks. En cambio, existen muy pocas gráficas que muestren ganancias sostenidas en el tiempo tras una cifra alta de pronósticos (por encima de 1000). ¿Por qué? Quizás es momento de preguntárselo a la varianza. O de imaginarse a todos esos tipsters tirando monedas al aire. Algunos obtendrán un 50% de caras. Otros, con la varianza en contra, se quedarán en un 40%, y aquí la mayoría de ellos cesará en su intento de convertirse en ganadores. Sus estadísticas pasarán al olvido, sin haber disfrutado de un solo minuto de gloria. Por último tenemos a aquellos que habrán disfrutado del efecto contrario: un 60% de lanzamientos positivos. La varianza en este caso habrá soplado a favor, reproduciendo la cifra de vítores y aplausos que acudirán al festejo de tan brillante trayectoria. Las redes sociales se llenarán de comentarios y alabanzas sobre el tipster de moda, aquel surgido de entre la nada y concebido con el don de la oportunidad. Pero ya sabéis lo que dicen: cuanto más alta es la subida, más alta será la caída. O dicho de otra manera, cuánto más sopla la varianza a favor… De esta manera, no resulta extraño ver cómo muchos de los tipsters que alcanzan unas cifras decentes con unas pocas decenas o unos pocos centenares  de pronósticos acaban convirtiendo más tarde su gráfica de ganancias en un tobogán hacia la bancarrota. La conclusión es clara: mucho ojo con la varianza,  mucha cautela sobre a quién metéis en vuestra cartera de tipsters, y mucho cuidado con el peso de las nuevas promesas en vuestro bank.

Aprovecho la ocasión para comentar una jugada de la que no me había percatado hasta hace poco. Algunos pronosticadores hacen un uso extraño del stake para compensar la varianza. Se pueden dar dos situaciones distintas:


  • Tipsters que suben el stake tras una mala racha inicial para intentar mejorar sus estadísticas. Por ejemplo, subiendo el stake medio de 1 a 5, de manera que acertando unos cuantos pronósticos se cubren las pérdidas o las malas estadísticas logradas con anterioridad. El resultado es un tipster con beneficios, pero con un alto número de pronósticos fallados, lo que nos lleva a la conclusión de que a largo plazo es un tipster perdedor.
  • Tipsters que bajan el stake tras una buena racha inicial para mantener las estadísticas. Es el caso de aquellos afortunados que han jugado con el viento a favor durante la primera parte, y que luego reducen las unidades arriesgadas con el fin de mantener un yield alto con el que venderse. Para detectarlo, basta con acudir a las estadísticas del tipster y ver si su stake medio se ha visto alterado de manera brusca en un momento determinado, comprobando los números del tipster a partir de ese cambio.


Existen métodos y herramientas que permiten saber si estamos ante un tipster que se aprovecha de la varianza. Desde una simple comprobación manual de su historial, hasta gráficas que muestran qué hubiera pasado si el tipster hubiera utilizado un stake plano, dejando en evidencia a aquellos pronosticadores que usan variaciones de stake para compensar otras carencias.

Tuesday, June 16, 2015

Sugerencias para tipsters



El mundo de las apuestas no cuenta con mucha tradición en España. Se trata de un sector en plena expansión, y eso se refleja en la cantidad de webs y pronosticadores de pago que han surgido en los últimos tiempos. Algunos ya cuentan con un bagaje de años a sus espaldas, pero es ahora cuando el negocio está en auge. Lo vemos a través de las nuevas casas de apuestas que se deciden a operar en España, en la proliferación de salas presenciales o en la nueva publicidad que copa parte de los medios de comunicación.

En los últimos meses han salido a la luz numerosas páginas webs que, junto con otras más clásicas que llevan operando un tiempo mayor, ofrecen servicios basados en el envío de pronósticos, ya sea de manera gratuita o mediante pago. Como en cualquier otro negocio, la competencia hace que se agudicen los sentidos. En la web es posible encontrar servicios de calidad, con tipsters profesionales que ofrecen, además de buenas estadísticas, servicios de valor añadido. Buen ejemplo de ello es el asesoramiento que algunos ofrecen para que los suscriptores aprendan a gestionar su bank, los canales de comunicación existentes para la consulta de dudas, la edición de picks para ajustarse a la realidad del mercado (seguibilidad), la devolución por pérdidas, el pago según ganancias, etc.
No obstante, me resulta especialmente llamativa la ausencia de algunas características que yo, como seguidor, considero esenciales a la hora de valorar un servicio de pronósticos deportivos. Por eso me he decidido a recopilar, de manera breve, todos aquellos detalles que echo en falta en este mundo cada vez más profesional, y que creo que aportarían un plus a cualquier tipster:


  • Horarios de publicación: algo que parece tan evidente y sencillo de llevar a cabo es prácticamente inexistente entre los servicios de pronósticos que yo conozco. Excluyendo servicios basados en líneas malfijadas y cuotas tempranas, echo en falta cierta organización temporal en el envío de picks. Como seguidor, valoraría mucho saber a qué hora se publicarán normalmente los picks, de manera que pudiera reservar unos minutos al día para realizar las apuestas, y luego desentenderme del tema. Esta misma cuestión se la he planteado alguna vez a alguno de los tipsters a los que sigo. Una respuesta muy común es que las casas de apuestas no tienen horarios fijos para sacar los mercados, y en algunas ocasiones los sacan horas antes de que comience el evento. En ese caso mi proposición es un horario fragmentado, con varias horas de publicación posibles al cabo del día. Un ejemplo sencillo: 09:00h, 15:00h y 22:00h como hora de publicación de picks durante la semana. De esta manera, cualquier seguidor sabría que si no ha recibido picks a las 09:15, puede desentenderse de los avisos hasta las 15:00h. Además, de esta manera el tipster podría tener listos los picks para publicarlos todos juntos a la hora fijada, evitando el típico goteo de picks durante un tiempo prolongado (a veces más de una hora) que obliga a echar mano del móvil o PC cada pocos minutos.


  • Análisis de la cuota, y respuesta frente a los cambios de línea: es obvio que cuando un tipster lanza un pronóstico es porque encuentra valor en la cuota, lo que significa que la probabilidad de que el suceso ocurra (según el propio tipster) es mayor que la probabilidad fijada por la casa de apuestas. En cambio, raras veces nos encontramos con tipsters que comentan la que para ellos es la probabilidad de éxito del suceso, sino que simplemente exponen un argumento y cuantifican el stake. En mi opinión, un servicio perfecto debería indicar la probabilidad de éxito estimada por el tipster, la diferencia respecto a la cuota marcada por la casa de apuestas, y una tabla de stakes por tramos, indicando qué stake utilizar ante posibles cambios de línea. Algunos tipsters ya lo hacen, y resulta de gran ayuda para el seguidor en caso de que la línea se mueva, ya que sabrá perfectamente lo que tiene que hacer. Un ejemplo:

Pick: Gana Roger Federer @3.33
Stake 2 a partir de 3.33
Stake 1.5 a partir de 2.86
Stake 1 a partir de 2.5
Stake 0.5 a partir de 2.22
Cuota real estimada: 2 (50% probabilidades victoria)
En el caso de aquellos pronosticadores que editan la cuota para que el pick sea completamente seguible, las indicaciones serían igualmente válidas, ya que el seguidor no tendría que esperar a que el tipster editase la cuota (y posiblemente el stake). Además, un análisis de estas características deja patente que el pronosticador no ha publicado el pick por mera intuición, sino que realmente ve valor en la cuota, cuantificando exactamente el valor de cada posible línea.


  • Stake medio actual: el pronosticador, como cualquier otro profesional, sufre una evolución a lo largo del tiempo. Esta evolución puede llegar a verse reflejada en su manera de apostar. Es posible que con el paso del tiempo, el tipster decida centrarse en un mercado en particular, en un rango de cuotas determinado, o en el uso de un stake mayor o menor al inicial. Por ello considero imprescindible que el suscriptor sepa cómo ha sido la evolución del tipster a lo largo del tiempo, disponiendo de estadísticas y parámetros que reflejen todos los cambios en la manera de apostar del tipster. Sin ir más lejos, el stake medio calculado en base a un espacio de tiempo carece de importancia si el pronosticador ha variado sustancialmente el uso del stake durante ese espacio de tiempo. Un ejemplo: un tipster ha utilizado durante 10 años con un stake medio 5, pero a partir del noveno año su stake medio es 1. Las estadísticas del tipster indicarán un stake medio cercano al 5, y el suscriptor incurrirá en un tremendo error si pondera su stake en base a esa cifra, ya que el stake medio actual ronda la unidad. 


  • Suspensión temporal de la suscripción: la mayoría de los pronosticadores ofrecen descuentos y promociones con packs mensuales, trimestrales, anuales, etc.  Sin embargo, la disponibilidad del suscriptor para seguir los picks publicados puede verse afectada a lo largo del tiempo por diferentes motivos: enfermedad, vacaciones, épocas de mayor carga laboral, exámenes, etc. Es posible que el suscriptor evite contratar el servicio durante un periodo prolongado de tiempo si no sabe con certeza la disponibilidad que tendrá durante todo ese tiempo. ¿Qué pasa si por motivos laborales no puede seguir los picks del tipster durante un determinado espacio de tiempo? ¿Y si se va de vacaciones 15 días, o cae enfermo durante algunas semanas? Creo que una opción muy interesante para el suscriptor (y fácilmente implementable por parte del tipster) sería la de poder suspender temporalmente la suscripción durante un espacio de tiempo, recuperando los días al final del periodo inicialmente contratado. Evidentemente no se trata de suspender y activar el servicio constantemente, sino de disponer de una eventual solución a ciertos problemas.